miércoles, 6 de mayo de 2009

Torre AGBAR

Barcelona con sus últimas construcciones demuestra que está a la vanguardia en la construcción de edificios.

La torre AGBAR ubicada en la plaza de Las Glorias, con sus 142 metros de altura, se ha convertido junto a la Sagrada Familia como uno de los iconos arquitectónicos de Barcelona.




Yo he seguido semana a semana su construcción y fue de lo más interesante que ha podido contemplar. Sus bloques del exterior apilados en círculo como fichas de dominó, iban alzándose sin parar.


Y para colofón su toque de estética (simulando una de las estructura de piedra de la montaña de Montserrat) y decoración donde las luces de neón son su mayor atractivo.




La torre aprovecha el clima y las condiciones del entorno para conseguir una reducción del consumo de energía y así mejorar la calidad de vida de los usuarios de la torre, en las que destacan la regulación de la circulación del aire, aprovechamiento de la insolación

Todas las noches durante dos horas los visitantes pueden disfrutar de su iluminación, que es posible gracias a los 45.000 LED creando una gama de 40 colores distintos. Por norma general siempre es la misma forma de colores la que expone. Aunque cuando existe una conmemoración o festejo la torre cambia su estructura lumínica. Y para muestra un botón: ya llevan dos años festejando la llegada del año nuevo usando la torre como campanario, realizando auténticos espectáculos de luz.





La línea II del metro te deja al lado. Y el Trambesós también pasa por enfrente mismo de la torre teniendo parada.



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Datos estraidos de la pagina oficial.

sábado, 2 de mayo de 2009

Torre Bellesguard

La Torre Bellesguard es la casa de Gaudí que más me atrae y la que escogería para vivir si pudiese elegir entre todas las que ha hecho en Barcelona. La decisión de ir a visitar la casa, la tomé después de que me "contagié" con el "virus digital". Así pues cámara en mano me fui a descubrir la que es una de mis casas preferidas.

La casa como la mayoría de las que ha hecho Gaudí es propiedad privada y por lo tanto no está permitida su visita. Pero siempre existen osados. Y yo soy uno de esos. Y más desde mi contagio.




La puesta de entrada al recinto estaba abierta. Lo tomé como una invitación y me adentré. A la izquierda hay lo que creo que en su día fue la casa del vigilante o jardinero. Carece de tejado y está en desuso y abandonado. Se puede acceder a la planta superior desde donde empecé a dejar rienda suelta a mi inspiración digital. Luego, poco a poco me fui acercando a la casa. Es de estilo neogótico revestida de piedra de color marrón oscuro y está llena de detalles tanto en ventanas como en los balcones.






La casa está coronada con una torre, donde culmina la típica y conocida cruz Gaudiana. En la parte de atrás hay un pequeño porche rodeado de plantas con una mesa con sillas para poder disfrutar de una buena sobremesa. Mi éxtasis era muy grande, pero en todo momento no olvidé que era una propiedad privada, así que mi recorrido lo hice con la mayor cautela y respeto posible.





Al irme, no podia dejar de mirar atrás. Estaba dejando a mis espaldas la casa Gaudiana de mis sueños.
Pocos días despues de mi visita, debido a un temporal de lluvia, la torre sufrió unos graves desperfectos, teniendo que intervenir los bomberos de urgencia para evitar su caida. Así pues las fotos que hice son de las últimas que se han relaizado antes de la catástrofe.

Edificio de Gás Natural

Fui siguiendo día a día la construcción del edificio de Gas Natural. Y día a día me iba haciendo cábalas de cual iba a ser su uso. Al estar ubicado al lado del Parque de Investigación de Bioquímica de Barcelona (que en esos momentos ya estaba casi acabado) y del Hospital del Mar, supuse que iba a ser otro Centro de Investigación.


Y es que el edificio está construido en un lugar preferente. Junto al mar. Cuando empezaron a revestirlo de cristal me quedé sorprendido. Por mi mente no pasaban los días en que quitasen los andamios, grúas, vallas y otros restos de construcción para poder acercarme a él y poderle hacer unas fotos. Ya tenia claro desde el primer dia que mi visita por el interior iba a ser imposible.

Y llegó el dia. Me acerqué cámara en mano y me fui a visitarla. Mi curiosidad había sido saciada y pude desahogar el ansia de mi dedo índice derecho. El edificio o edificios es sorprendente. Una torre de cristal de unos 90 metros de alto intercomunicado en una de sus plantas con otro menor y éste último intercomunicado en otra planta distinta, con otro de la misma distancia que el primero pero en horizontal. Sorprendente.


Al lado un parque con una gran cantidad de chorros de agua caen en un estanque con un lindo jardín alrededor. El reflejo del sol en el agua dispersa, hacía aparecer los colores del arco iris, invadiéndose mi mente de un éxtasis fotográfico desmesurado.

Por la noche el edificio pierde la privacidad que le dan los cristales de espejo y se puede ver su interior ya que el edificio durante toda la noche va variando la iluminación de sus plantas. Su interior es muy diáfano y parece que da una buena sensación de espacio, con un marco privilegiado: el mar.




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